¿Consideráis que la ironía ha desaparecido del mapa? Esta ha formado gran parte de nuestra vida social. Ha ido ligada al humor para conseguir e  intentar tomarnos un poquito más amena algunas situaciones de la vida que nos sobrepasan

Leyendo un artículo, el actor y cómico Carlos Areces, asegura que sí, que esto ha desaparecido por completo. Y pienso: pues que pena. La ironía nos ha enseñado a reírnos de nosotros mismos, de tomar nuestros problemas de una manera menos agresiva para amenizarnos la vida en sociedad y, también, lo que sucede en el mundo de una manera más pasajera. 

Esta, la  han utilizando grandes escritores como Oscar Wilde con el fin de reforzar su ego: “no quiero saber lo que se dice a mis espaldas, ya tengo una opinión suficientemente alta de mi mismo” .Y aunque creáis que no está presente, realmente , la ironía o la retórica, la hemos visto venir desde pequeños. Me vais a decir que no os acordáis de esas frases de nuestros padres: mamá, ¿qué hay de comer? comida; papá, ¿dónde están las zapatillas? en su sitio; o inocente de ti le dices a tus padres: “pero sí a fulanita le dejan ir”. Y entonces  tus padres te miran a los ojos y te sueltan con una naturalidad impecable: ya pero es que fulanita no es mi hija. 

Se han utilizado para regañarnos y para educarnos. Y si, desde luego  parecen sacadas de una novela de humor. Unas frases  graciosas que brillan por su lógica aplastante y su ingeniosa retórica y espero que, en esto, también estéis  notando la ironía. En definitiva, yo creo que esta forma tan bonita de utilizar la retórica, aunque a veces te ha llevado incluso a echarte las manos a la cabeza, es importante. Nos ha facilitado  convivir en sociedad y nos ha ayudado a crecer