POLVORA, TRADICIÓN Y FE: Fiestas de La Virgen 2022

Al son de los arcabuces
Comienza el mes de diciembre en el municipio y, por tanto, empiezan unas tradiciones que siguen vigentes en el pueblo yeclano. Se inician los primeros acordes de las bandas y junto al sonar de los arcabuces y el olor a pólvora nos introducimos de lleno en las fiestas patronales en honor a la Purísima Concepción. Unos orígenes, que quedan grabados a fuego tanto en las antiguas escrituras como en la ilusión de muchos vecinos y vecinas.

Las primeras palabras que describen esta historia se encuentran recogidas desde hace más de tres siglos y medio. Un hecho donde se va más allá del recuerdo y, por ello, se habla de la nobleza de aquellos yeclanos dirigidos por el capitán Martín Soriano Zaplana, en el año 1642. Un ápice histórico donde cuentan su andadura en la “guerra de Cataluña” y que tras un favorable desarrollo de la contienda y medio año de acuartelamiento, regresaron a su tierra para agradecer a la virgen su protección.

Devoción y tradición
El día cinco de diciembre, escuchamos ese primer arcabuzazo de las fiestas, momento donde los balcones se visten con la imagen de la patrona de Yecla. Comienzan a sonar los redobles de las cajas desfilando junto a los sargentos alabarderos avisando de que las fiestas de la virgen ya están de vuelta un año más.

Se esperan unos días donde la devoción, la tradición y el amor serán protagonistas de los próximos actos: el beso de la bandera, la alborada, la bajada de la patrona a la basílica, la ofrenda de flores, el día de la virgen, así como, culminar las fiestas con esas tres vueltas al famoso pino del castillo donde la patrona se despide del pueblo hasta el próximo año. Estos tan solo son los títulos principales de los muchos protocolos y tradiciones que se llevarán a cabo estos días en la ciudad.


En definitiva, nos embarcamos en un viaje en el que veremos que resurge el alma de Yecla, el cuidado y respeto a todas las antiguas ordenanzas y la devoción a la patrona de la Yecla. Y es que, desde que esas milicias concejiles salieron a las calles en el siglo XV, por alguna razón, el pueblo yeclano quiere conservar los cimientos de una historia que sigue viva en el municipio.